jueves, 21 de mayo de 2009

Domesticación

El gato domestico desciende del gato salvaje Nor. Africano. Se estipula que tanto el gato como el hombre comprendieron las ventajas de una convivencia pacifica entre ambos. Las cosechas y campos eran un imán para toda clase de alimañas de las cuales se alimentaban los gatos. El hombre, viéndose librado de las ratas y ratones que devoraban sus cosechas, dio seguridad y refugio al felino.

A pesar de los miles de años que llevan conviviendo con nosotros, al contrario del perro, el gato ha mantenido intactos sus instintos cazadores. Algunos, como el gato de los bosques de Noruega, regresaron a la vida salvaje donde sobreviven como magníficos cazadores a pesar de la hostilidad del clima frío donde habitan.

Eventualmente se fueron convirtiendo en animales de compañía y de lujo. Primero en Egipto, llevados luego por los mercaderes a Grecia, Egipto y Medio Oriente, donde reemplazaron al huron como cazador de pestes.

Cuando ocurrió exactamente la conformación de esta sociedad es incierto, pero el primer indicio fue hallado en una tumba neolítica en Chipre, donde se hallaron los restos de un hombre y un gato, junto a una variedad de objetos que reflejaban una amistad entre ellos. Esto es hace más de 9500 años.

Los dos focos más importantes de domesticación se estiman por ahora que son Egipto; Pakistán,donde todavía vive en estado salvaje el gato indio del desierto, de poca capacidad craneal, que sería el que llegó a Egipto; en Libia, a partir del gato líbico, y también en el Extremo Oriente, lo que explica el origen independiente del gato europeo.

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